Principales enfermedades del conejo
MIXOMATOSIS
Es una enfermedad exclusiva de los conejos del género Oryctolagus, altamente contagiosa, que transmiten insectos picadores o, menos frecuentemente, por contacto directo. Asume cuatro formas clínicas: aguda, subaguda, crónica y respiratoria, en las cuales se comprueban animales abatidos, con fiebre alta y exudación masiva de ojos, nariz y ano, engrosamientos de la piel (mixomas) y finalmente, muerte.
No se conoce cura para esta afección, por lo que se requiere una indispensable profilaxis y un plan de vacunación. Este último recurso puede resultar caro para el productor, pero es indispensable si se quiere mantener la sanidad de los ejemplares. Además debe realizarse en forma continua la eliminación de todo tipo de insectos, y la desinfección de las jaulas y comederos, como medida precautoria.
Cuando se detectan conejos con mixomatosis debe sacrificarlos, y quemarlos o enterrarlos bien profundo, para evitar el contagio del conejar.
ENFERMEDAD VIRAL HEMORRÁGICA
Como en el caso anterior, se trata de una dolencia que ataca únicamente a Oryctolagus mayores de dos meses. Es un virus que ataca el aparato respiratorio y el hígado con lesiones congestivo-hemorrágicas, que se transmite siempre en forma horizontal, a través de excrementos o exudados, siendo responsable de altas tasas de mortalidad y morbilidad. Asume tres formas clínicas: sobreaguda, aguda y subaguda, con enrojecimiento de mucosas, anorexia, ataxias, fiebre alta, apatía y, finalmente, muerte.
Para combatirla existen vacuna subcutáneas que se aplican anualmente, y recombinantes contra la mixomatosis, recalcando siempre la higiene de alojamiento y utensilios.
PASTERELOSIS
Afección bacteriana infeciosa que cursa diversas formas clínicas, tales como la septicemia, otitis, dificultades respiratorias, abscesos y esterilidad. Se comprueba fiebre alta, estornudos, hemorragias nasales, abscesos, conjuntivitis e inflamación de los genitales tanto en machos como en hembras, que derivan en la muerte del animal.
Existe un tratamiento farmacológico, y se destaca la profilaxis (especialmente, evitando el contacto con otros criaderos).
En casos extremos, deberá sacrificarse a los ejemplares, y efectuar una profunda y rigurosa limpieza y desinfección de las instalaciones.
SARNA
Causada por ácaros que forman túneles debajo de la piel de los conejos, puede detectarse por las costras que aparecen sobre ella, distinguiéndose tres formas: del cuerpo, de la cabeza y de las orejas. Cuando se verifican formaciones costrosas, se suele recurrir a insecticidas de contacto. La limpieza y desinfección de jaulas previene la presencia de estos insectos.
LLAGAS EN LAS PATAS
Aparecen cuando el conejo se lastima con algún alambre de la jaula o por el pataleo contra las rejas, en caso de miedo. Para tratarlos, deben lavarse con agua tibia y jabón, quitando los abscesos con una aguja y colocando finalmente una pomada antiséptica y cicatrizante. Será imprescindible, durante el tratamiento, colocar una tabla sobre el piso del alojamiento, colocar una tabla sobre el piso del alojamiento, para evitar más roces en la parte afectada.
MAMITIS
Congestión en las mamas que se presenta cuando la coneja produce más leche que la que consumen los gazapos. Se inflaman, los pezones se cuartean y la madre se niega a alimentara las crías por el dolor. Se soluciona consiguiendo que los conejitos succionen la leche y/o ordeñándolas, suavemente, con un dedo untado en lanolina, procurando no lastimar las ubres.
MASTITIS
Es una infección de las glándulas mamarias producida por estafilococos y estreptococos, que se manifiesta por la fiebre y el color azul morado que toman, destacándose los pezones de un tinte azulado (por lo que también se llama "pecho azul"). Se la combate con un tratamiento a base de penicilina, y evitando trasladar a los gazapos de una madre enferma a otra sana.
ABSCESOS
Pequeñas pelotas con pus, que aparecen debajo de la piel, a causa de ciertas bacterias. Se curan con un tratamiento a base de penicilina y treptomicina.
TIÑA
Enfermedad de la piel, ocasionada por hongos, que es sumamente contagiosa (inclusive para otros animales y, entre ellos, el hombre). Se manifiesta a través de costras e inflamaciones de la piel, caída del pelo y manhas rojizas. Cuando se trata de animales enfermos, el criador debe desinfectar el sitio y sus manos, cuidando de regar con polvo de sulfato los nidales para eliminar las fuentes de contagio. Las lesiones se lavan con agua tibia y jabón, y se curan con tintura de yodo cada dos días.
QUEMADURAS DE LAS JAULAS
Aparición de costras amarillentas en el ano y genitales, cuarteándolos y con pus, en muchos casos. Esta inflamación suele producirse por falta de higiene en las jaulas, por lo que éstas deben ser cuidadosamente desinfectadas. Las heridas se curan masajeándolas suavemente con lanolina.
PARÁLISIS
Esta afección es consecuencia de lesiones en la columna vertebral -por ello, deben evitarse ruidos extraños o animales ajenos al conejar que promuevan reacciones bruscas-, o bien, por el desplazamiento de un disco que presiona los nervios de las patas traseras. Cuando la padecen, los conejos se arrastran pues no soportan el peso del cuerpo. La única solución es el sacrificio del ejemplar, para terminar con su sufrimiento.
PESCUEZOS TORCIDOS
Se manifiesta en los animales cuando tuercen la cabeza hacia un lado y no pueden mantener el equilibrio, moviéndose en círculos sin control cuando intentan desplazarse. Se cree que se trata de una infección bacteriana del oído interno y no tiene tratamiento.
Es importante mantener a los animales libre de sarna de las orejas, porque se supone que hay relación entre ambas enfermedades.
NEUMONÍA
Ataque a los pulmones de las mismas bacterias que producen los catarros, al moverse por las vías respiratorias. Los conejos que la padecen tuercen la cabeza hacia atrás, tienen problemas al respirar y, en los blancos, se produce cianosis en ojos y orejas, por la falta de oxígeno.
Se pueden sanar sólo cuando la afección es identificada precozmente, y con un tratamiento a base de penicilina y estreptomicina.
CONJUNTIVITIS
Ojos llorosos y descarga de mucosidades que hacen que los pelos se peguen alrededor de los ojos son las manifestaciones de esta infección bacteriana que ataca los párpados. Humo, polvo y residuos de fumigaciones también pueden ocasionar este mal. Se cura lavando ojos con una solución de ácido bórico, y gotas de penicilina y estreptomicina.
POSTRACIÓN POR EL CALOR
Los síntomas característicos son la respiración agitada e hilos de sangre saliendo de la nariz y boca, provocados por los cambios bruscos de temperatura. Las hembras cercanas al parto son las más proclives a padecerla. Para prevenirla hay que tratar de reducir el calor en las jaulas, mediante un paño mojado en el suelo o bien mojando los techos cuando son de zinc.
DIARREA
Es provocada por parásitos, problemas del hábitat o de alimentación, como así también por frío excesivo. Como es un síntoma que acompaña frecuentemente a otras enfermedades, es indispensable consultar con el veterinario. Entre tanto, debe suprimirse el verdeo y reemplazarlo por pasto de avena.
CATARRO
Generalmente causado por estrés, se manifiesta con ojos llorosos, estornudos y descarga purulenta de la nariz, lo que provoca que el conejo se la frote con las patas delanteras. Un tratamiento a base de penicilina y estreptomicina, y un cambio en la alimentación según la prescripción médica suelen ser efectivos.
BABEO
Si el animal come mucho forraje fresco, esto le produce una indigestión, que generalmente se ve acompañada por un exceso de saliva que le corre por la cara y la garganta. Para solucionarlo se le frota sal molida o polvo de alumbre sobre las partes mojadas, o bien ácido bórico, aplicando una vez que se ha lavado y secado el ejemplar. Debe suspenderse por 12 horas la alimentación y luego someterlo a una dieta de pan seco hasta comprobar la recuperación.
METEORISMO
Caracterizado por falta de apetito, dificultosa respiración, tristeza, vientre dolorido e inflamado, tiene su origen en alimentación húmeda o fermentada. Se lo trata con media cucharadita de café de bicarbonato de sodio o de carbón vegetal en polvo, enemas de agua tibia con jabón y la supresión del verdeo.
PULGAS
Padecen especialmente el ataque de éstos ectoparásitos los animales criados en establecimientos que usan camas en vez de suelo de alambre en las jaulas. El animal enfermo se rasca continuamente, presenta desórdenes metabólicos y pérdida de apetito. Para solucionar este problema se aplican agentes insecticidas, y se desinfectan los alojamientos de los conejos y los locales.
ESTREÑIMIENTO
Pérdida del apetito, fiebre, vientre inflamado y deyecciones muy espaciadas y duras son los síntomas que aparecen en los conejos cuando su alimentación está basada exclusivamente en concentrados, y beben poca agua.
Se remedia agregando vegetales verdes a las dietas y dándoles aceite de ricino a los afectados en proporción a la edad del ejemplar.
COCCIDIOSIS
Cuando el conejo es sometido a situaciones estresantes se produce una baja en sus defensas que deriva en la multiplicación excesiva de los coccidios, microorganismos que, en condiciones normales, conviven con él sin afectar su salud. Esta enfermedad es causante de grandes bajas en las poblaciones de los criaderos, ya que el animal deja de comer y beber hasta morir por deshidratación. Ataca el aparato digestivo, provocando diarreas y gases.
Se lo combate eficientemente agregando sulfas en el agua y redoblando la higiene de las instalaciones.
Por último, es importante destacar que el criador debe contar con un botiquín con los instrumentos y productos indispensables para la prevención y tratamiento de urgencia de ciertas afecciones. Son imprescindibles los siguientes materiales:
- Para las curas: Alcohol, algodón gasas, etc.
- De uso periódico: Vitaminas, minerales, vacunas, aminoácidos, coccidicida.
- Quirúrgicos: bisturí, jeringas, tijeras, agujas, guantes, etc.
- De uso constante: Para combatir diarreas, sarna, heridas externas, mastitis, infecciones varias, desinfectantes de distinto tipo, etc.