Características de los galpones para cunicultura

Para el rendimiento óptimo de la explotación cunícola es indispensable contar con las instalaciones con las características principales cubiertas. Ésto, además de asegurar el rendimiento en la producción, ayuda a mantener un hábito saludable con el ambiente donde el conejar va a desarrollarse.

Instalación de un galpón para cunicultura






Dimensiones.


Obviamente éstas tendrán relación directa con la cantidad de animales que se quiera alojar y de que modo estarán dispuestas las jaulas (1, 2 o 3 pisos). Para determinarlas se considera el número total de hembras reproductoras y de reposición, los machos reproductores, y los conejos destinados a engorde. Por cada coneja se toma en cuenta una superficie determinada, que incluye pasillos y espacio de depósito de comida. Por ejemplo:

Para conejeras de un piso..............2 a 2,5 m2
Instalaciones de tres pisos.............0,75 a 1m2


Paredes.



Pueden construirse con bloques de cemento, ladrillo o maderas impermeabilizadas, colocándose a su lado cortinas plásticas que cumplan una función reguladora de la temperatura, bajándolas o no, de acuerdo con las necesidades del ambiente.

Las caras internas deben tener un revocado o terminación perfectamente liso, evitando en todo caso la formación de grietas o aberturas en las juntas, que propicien el asentamiento tanto de insectos como de organismos patógenos que puedan perjudicar la explotación.

Techo.


El techo tendrá una altura acorde con el último piso del conejar, recomendándose, en general, unos 2,5 metros y una inclinación del 25% para proporcionar un drenaje y ventilación adecuados. debe poseer una claraboya para favorecer la circulación de aire y puede ser de aluminio, fibrocemento, cartón impermeabilizado o chapas de cinc, dejando debajo una cámara de aislamiento.

Lo fundamental en la construcción de los techos es que no tengan fisuras que permitan filtraciones.


Piso.



Un contrapiso sólido, de trozos de ladrillos o piedra, permitirá la nivelación de los pisos. El revestimiento presenta diversas opciones: Mosaicos, baldosas, cemento u otros.

La condición primordial de un buen piso es la de permitir lavados y desinfecciones periódicas con un buen escurrimiento de líquidos eficiente (no deben formarse charcos ni acumulaciones).

Las juntas deben estar perfectamente cerradas para mantener la higiene.


Desagües.


Éste es un tema de vital importancia para el correcto manejo del recinto de cría: debe contener un sistema por el cual toda el agua de lavado se elimine completamente.

Antes de comenzar con la producción, los locales han de estar adecuadamente secos y sin humedad, lo cual se logra mediante un simple conjunto de cañerías con sumideros y rejillas excluidoras. Todos los caños, que pueden ser de hierro galvanizado o de material plástico, deben conectarse entre sí, haciéndolos desembocar en un colector central que elimine el agua hacia el exterior. El diámetro de los caños debe calcularse de acuerdo con la cantidad de líquido que irá desaguándose, para mantener las instalaciones en condiciones propicias.


Condiciones climáticas.




Temperatura:


Cuando se construye un cobertizo debe considerarse que la temperatura óptima para el conejo es de 15 a 20° y que por debajo de 5°C y por encima de 30°C, se ven afectados la reproducción, el consumo de alimento y la conversión entre kilogramos de alimento y peso aumentado.


Humedad:


Se considera convenientemente  un porcentaje del 60% de humedad relativa para la comodidad de los animales. En todo caso, nunca debe superar el 70%. Las causas que motivan la humedad están relacionadas con la población cunícola, el manejo de excrementos y orina, el agua de los bebederos que se evapora y el aire que penetra desde el exterior. Por ello, mantener suelos secos, la rápida eliminación de deyecciones y una ventilación que la mantenga dentro de los límites comentados más arriba es indispensable para evitarles a los conejos complicaciones sanitarias como la rinitis o la aparición de enfermedades derivadas de la baja de sus defensas.


Manejo del plantel:



Los conejos irradian cierta cantidad estable del calor; mientras mayor sea la densidad por m2, se elevará proporcionalmente la temperatura del interior del galpón. Como consecuencia, de acuerdo con la proporción de individuos habrán de tomarse medidas de control apropiadas (como por ejemplo, ventilacióon forzada).


Aislamiento térmico:



Es importante mantener un clima estable en el alojamiento de los ejemplares, por lo que las paredes, pisos y techos deberán contar con un adicional de aislantes térmicos, tales como lana de vidrio, cuerpos porosos o madera.


Ventilación.



Para mantener el confort de los conejos es necesario buscar un sistema de ventilación que renueve el aire pero sin provocar corrientes. El galpón deberá tener ventanas con cristales dobles y armazón de madera o metal, pero no son necesarias en gran cantidad ya que hay que limitar la entrada de la luz y el calor del sol. La utilización de las mismas producirá ventilación estática, es decir, basada en el flujo natural del aire, que tiene la ventaja de funcionar sin costo alguno, pero puede resultar insuficiente en algunas épocas del año.

Entonces, habrá que recurrirse a aparatos mecánicos que propicien la circulación del aire, mediante extractores o ventiladores que tendrán como objetivo evacuar los gases (ácido sulfhídrico, gas carbónico y amoníaco) y la eliminación de la humedad. Estos artefactos podrán ser eléctricos o bien de funcionamiento eólico. Lo importante es que no generen ruidos que alteren a los conejos, produciéndoles estrés.


Protección contra el calor y el frío.



En zonas de veranos fuertes -de temperaturas que ronden los 40°C- y, considerando que la temperatura apta para la cría oscila entre los 15 y 20°C, hay que idear la forma de regular la temperatura dentro del local. Hay varias formas de lograrlo: Colocando árboles de hoja caduca en resguardo de los galpones -sombra y frescura-; pintarlos de blanco brillante para evitar que los rayos solares sean absorbidos por las paredes; cubrir el techo con membrana plateada, que no absorbe temperatura, y colocar cortinas de mediasombra.

En cuanto al frío, habrá de recurrirse a calefacción, utilizando radiadores a gas, estufas de fuel oil o bien calefactores eléctricos. Particularmente hay que controlar la temperatura a la que están expuestas los gazapos, que son extremadamente vulnerables al frío. Por ello, hasta las 2 ó 3 semanas de vida habrán de intercalarse pantallas para mantenerlos calientes.


Eliminación de orina y excrementos.



Se debe tratar de extraer las deyecciones y orina de los conejos, en lo posible, en forma diaria, a través de bateas inclinadas que las hagan caer en un canal, desde el cual puedan transportarse al exterior. Éste debe contar con cierta inclinación para que la orina corra sin dificultad. Más adelante veremos que los excrementos pueden tener una utilidad práctica y económicamente rentable.


Iluminación.


En épocas en que los días se acortan, hay que suplementar la provisión de luz natural con artefactos iluminadores, tales como lámparas o tubos fluorescentes, que posean un interruptor eléctrico para disponer de luz entre 14 a 16 horas diarias, ya que la actividad de éstos animales está directamente relacionada con la duración del día.


Desinfección y limpieza.



Como es casi imposible realizar estas tareas en la totalidad del local, debido a que nunca está totalmente vacío, hay que mantener limpios en forma diaria los pasillos entre las hileras de jaulas, desinfectándolos periódicamente.

Las planchas donde se depositan los excrementos deben asearse y desinfectarse cada vez que se realice la tarea de vaciamiento, poniendo especial cuidado en pulverizar los rincones.

Las aberturas, en particular las de la ventilación, deben protegerse con tejidos de malla fina. Con éste método se evitará la entrada de mosquitos y otros insectos que pueden transmitir enfermedades al conejar.

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