Alimentación del conejo
El conejo es un animal que se alimenta de casi todo tipo de vegetales, por lo que suelto puede causar estragos en quintas y granjas.
Para el animal explotado con el objetivo de obtener una carne de buena calidad, hay ciertos parámetros que deben observarse. Necesita, en cada etapa de su crecimiento, determinada cantidad de nutrientes, vitaminas y minerales para desarrollarse sano, fuerte y con poca grasa. Cada conejo debe mantenerse dentro del peso especificado para cada edad, dado que los ejemplares gordos pueden ser malos reproductores.
Para lograr que nuestro plantel consuma alimentos adecuados para su óptima calidad se le debe proporcionar piensos y verdeos. Los primeros son concentrados de varios ingredientes -alfalfa, oleaginosas, cereales, aminoácidos, soja, trigo, avena, etc.- presentados en forma de pastillas o pellets, pequeños granos de 2,5 a 4,5 milímetros de diámetro y de 6 a 12 milímetros de largo, que contienen los elementos básicos que requiere este tipo de animales. Por otra parte, debe dárseles forrajes verdes o secos -heno, por ejemplo- para complementar la dieta y colaborar con la buena digestión. También puede adicionárseles ciertos tubérculos, zanahorias y nabos.
De fundamental importancia es tener en cuenta que los piensos deben ser frescos y jamás proporcionarlos luego de 60 días de elaborados. Además, requiere especial atención el sitio de conservación: debe ser seco, sin contacto con el piso lejos de todo tipo de insectos, ratas u otros animales que puedan transmitir enfermedades.
Los conejos comen en forma continua, dado que su sistema digestivo es por empuje y no por contracciones, como muchos otros mamíferos. Por lo tanto, para que el pienso se desplace por los distintos órganos con el fin de ser digerido y aportar su valor nutricional, debe ser empujado por la ingestión siguiente. También requiere abundante agua para un normal desenvolvimiento de este proceso. Necesitan alimentarse en mayor cantidad durante el invierno que en verano.
Hasta la tercera semana de vida, el gazapo se nutre de la leche de su madre, y suele tomarla una vez al día (generalmente, temprano, por la mañana). Una vez destetado, el conejito necesita agua y alimentos sólidos.
El índice de conversión entre los kilogramos de alimento
Para lograr que nuestro plantel consuma alimentos adecuados para su óptima calidad se le debe proporcionar piensos y verdeos. Los primeros son concentrados de varios ingredientes -alfalfa, oleaginosas, cereales, aminoácidos, soja, trigo, avena, etc.- presentados en forma de pastillas o pellets, pequeños granos de 2,5 a 4,5 milímetros de diámetro y de 6 a 12 milímetros de largo, que contienen los elementos básicos que requiere este tipo de animales. Por otra parte, debe dárseles forrajes verdes o secos -heno, por ejemplo- para complementar la dieta y colaborar con la buena digestión. También puede adicionárseles ciertos tubérculos, zanahorias y nabos.
Deben evitarse las harinas porque pueden producirle problemas respiratorios, muy comunes en la especie y de graves consecuencias.
De fundamental importancia es tener en cuenta que los piensos deben ser frescos y jamás proporcionarlos luego de 60 días de elaborados. Además, requiere especial atención el sitio de conservación: debe ser seco, sin contacto con el piso lejos de todo tipo de insectos, ratas u otros animales que puedan transmitir enfermedades.
Los conejos comen en forma continua, dado que su sistema digestivo es por empuje y no por contracciones, como muchos otros mamíferos. Por lo tanto, para que el pienso se desplace por los distintos órganos con el fin de ser digerido y aportar su valor nutricional, debe ser empujado por la ingestión siguiente. También requiere abundante agua para un normal desenvolvimiento de este proceso. Necesitan alimentarse en mayor cantidad durante el invierno que en verano.
Una característica distintiva de los conejos es la coprofagia: la primera deyección, que es blanda y aún contiene nutrientes, es vuelta a ingerir directamente desde el ano y digerida, para ser eliminada definitivamente en forma de pelotitas duras, lo cual ocurre en general por la noche.
Hasta la tercera semana de vida, el gazapo se nutre de la leche de su madre, y suele tomarla una vez al día (generalmente, temprano, por la mañana). Una vez destetado, el conejito necesita agua y alimentos sólidos.
Consumo medio diario de alimento.
- Hembra gestante y macho reproductor...140/160 Gr.
- Hembra lactante.........................................330/380 Gr.
- Gazapo en engorde.......................................90/100 Gr.
El alimento debe sostener los índices de crecimiento y, hacia el final de la crianza, la producción de carne de calidad para ser comercializada y consumida por el hombre. Entonces, es indispensable que la alimentación del conejo alcance niveles óptimos y en ningún caso se debe creer que puede ahorrarse en este aspecto: la calidad de la alimentación se verá reflejada en el rendimiento de la explotación.
Por ello, además de piensos y forrajes han de tenerse en cuenta ciertos aditivos que contengan minerales y vitaminas.
Como mencionábamos anteriormente, es vital el consumo de agua sin restricciones, ya que representa el 70% o más del tejido de un ejemplar adulto. Funciones vitales como la ionización de las reacciones celulares, formando parte del líquido del sinovial que lubrica las articulaciones y como amortiguador líquido del sistema nervioso dependen, entre otros procesos, de una adecuada provisión de este elemento.
Los conejos de poca edad necesitan más agua por unidad de peso corporal que los adultos. La temperatura del hábitat tiene suma influencia sobre el consumo, por lo que los animales deben disponer de grandes cantidades de agua potable, limpia y exenta de algas.
Otro elemento digno de tener en cuenta en la dieta de los conejos es el pan seco, que colabora con la nutrición y le permite ejercitar sus dientes (que están en continuo crecimiento, por lo que deben desgastarlos a diario). Nunca debe dárseles pan tierno o enmohecido.
Distintos sistemas suelen utilizarse en los criaderos con respecto a los piensos: uno, para las conejas reproductoras, y otro, para sementales, cría y engorde; o bien, el mismo para todos los animales. Esto depende del criterio del productor y las sugerencias del veterinario asesor.
Los pellets deben contener proteínas, fibra y almidón en forma equilibrada para asegurar la buena digestión y el aporte de energía necesario para el despliegue diario del conejo. Existen varios productos en el mercado, y es preciso comprobar el contenido y los porcentajes de cada elemento para determinar si se trata del alimento adecuado para el criadero. Generalmente, están compuestos de alfalfa, salvado de trigo y pulpa de remolacha (que aportan proteínas y fibra, almidón y azúcares, respectivamente). Asimismo, deben contar con una proporción de vitaminas y minerales, así como algunos aditivos medicamentosos como el flavofosfolipol o algún cocciodiostático, y también sulfato de cobre, para evitar el ataque de diversas enfermedades.
Otro componente que no debe faltar, para asegurar la duración en buen estado del pienso, es algún conservante. Grasas y antioxidantes suelen incluirse, así como saborizantes y aromatizantes para hacer mas atractivo al alimento.
La complementación con proteasas y amilasas suele colaborar con la óptima digestión de proteínas y almidones, reduciendo la posibilidad de trastornos cecales.
La experiencia indica que la elaboración en forma casera de un buen alimento (con las características expresadas anteriormente) resulta antieconómica para un pequeño o mediano productor. Son necesarias materias primas de primera calidad, y maquinarias e instrumental especializado para la fabricación, además de contar con un laboratorio para el análisis de las muestras, y personal técnico capacitado.
Por ello, resulta más económica la adquisición de alimento balanceado producido por empresas de reconocido prestigio, que lo comercializan en bolsas de 50Kg.
Ahora bien, si se trata de un gran productor, o bien (como es muy recomendable) la unión de varios pequeños o medianos, sí se justificará la instalación de una planta de procesamiento, que atenderá a las necesidades de todos ellos, compartiendo proporcionalmente los gastos.
El índice de conversión entre los kilogramos de alimento
y el peso aumentado por los conejos es el siguiente:
- 2,5 Kilogramos de alimento por 1 kilogramo de carne hasta la 7° semana de vida.
- 2,7 Kilogramos a la 9° semana.
- 3,2 Kilogramos durante el período de engorde.