Neocelandés Blanco
Producto del cruzamiento de conejos originarios de EE.UU., de color rojizo, resultó de capa blanca por el cruce con el Blanco americano y el Angora.
Su peso oscila entre los 4 y los 4,5 kilogramos. Es la raza predominante en los criaderos actuales por el rendimiento, su capacidad de crecimiento, docilidad y de calidad de la piel.
Ésta es la variedad que se explota principalmente en la Argentina porque sus características se consideran óptimas para un doble propósito: la comercialización de la carne y de la piel. Existen varias clases de Neocelandés: negro, rojo y albino, la que se cría por estas latitudes, una versión desprovista de color en todo el cuerpo (incluidos las uñas y los ojos, los cuales asumen un colo rojo brillante por los vasos capilares interiores).
El estándar aprobado en la Argentina describe al animal apto para cría como un conejo que debe tener un porte equilibrado y uniforme, medianamente largo, notablemente carnoso y con los cuartos traseros bien desarrollados. La carne debe constatarse firme al tacto, sin grasas ni flaccidez. El animal debe tener un largo aproximado de 47 centímetros en el macho y 49,5 centímetros en la hembra. Cabeza y orejas erguidas, en armonía con el cuerpo, cuello corto y una importante proporción de carne por el peso de los huesos y la grasa. La piel debe tener aspecto parejo, con buena densidad y de aspecto desordenado, falta de amplitud y desarrollo en los cuartos traseros.