Gigante de España
De dimensiones más pequeñas que el Gigante de Flandes, se lo utiliza principalmente como banco de genes para mejorar otras razas por su gran capacidad reproductiva.
Llega a alcanzar 4 y 5 kilogramos. Sus extremidades son fuertes; largas y erectas, sus orejas, y la cabeza grande. Su pelaje es pardo.
Esta raza surgió a principios del siglo XX, y casi desaparece en los años del 80, siendo actualmente protegida para evitar su extinción.